¡SEPTIEMBRE!
¿Qué va a pasar con la vuelta al cole? ¿Cómo se
adaptará mi hijo? ¿Y si se contagia? ¿Y si nos vuelven a confinar? ¿Y si tiene
que aprender desde casa? ¿Cómo lo voy a compatibilizar con mi trabajo? ¿Qué pasará
con mi puesto? ¿Cómo sobreviviré?
Está demostrado que el estrés afecta a nuestro sistema
inmunológico. Por eso, en estos periodos es más importante que nunca cuidarnos,
en la medida de lo posible. La vuelta al cole está muy próxima. Por eso, este año lo que sí tengo claro es que además de preparar el material escolar tenemos que prepararnos por dentro y por fuera.
Hoy quiero hablarte precisamente de complementos naturales que pueden ayudarnos a reforzar nuestras defensas y las de los peques, ahora que sentimos que van a estar más expuestos.
Sé que muchas personas estarán pensando que de lo que menos tienen tiempo ahora es de cuidarse o de pensar en ellos mismos ante situaciones laborales complicadas. Para cuidarte no necesitas emplear muchísimo tiempo, lo único que necesitas es crear hábitos. Todos sacamos tiempo a diario para lavarnos los dientes, las manos, ducharnos... Lo tenemos integrado y sea como sea, lo hacemos. Si integras en tu día a día hábitos para cuidarte por dentro igualmente sacarás tiempo de donde sea porque buscarás de qué manera cambiar un pelín tus rutinas diarias para que todo encaje.
Hoy quiero hablarte precisamente de complementos naturales que pueden ayudarnos a reforzar nuestras defensas y las de los peques, ahora que sentimos que van a estar más expuestos.
Sé que muchas personas estarán pensando que de lo que menos tienen tiempo ahora es de cuidarse o de pensar en ellos mismos ante situaciones laborales complicadas. Para cuidarte no necesitas emplear muchísimo tiempo, lo único que necesitas es crear hábitos. Todos sacamos tiempo a diario para lavarnos los dientes, las manos, ducharnos... Lo tenemos integrado y sea como sea, lo hacemos. Si integras en tu día a día hábitos para cuidarte por dentro igualmente sacarás tiempo de donde sea porque buscarás de qué manera cambiar un pelín tus rutinas diarias para que todo encaje.
Empezar a comer un poquito más sano: reducir grasas o
azúcares, comer más fruta y más verdura puede ser un comienzo. No hace falta
que te vuelvas real fooder, ni que pretendas hacer un cambio radical en tu
forma de alimentarte. Cuando nos marcamos objetivos muy altos, los vemos tan
lejanos que nos desanimamos y los dejamos: puedes empezar por cambiar lo que
desayunas, por proponerte cenar verdura dos o tres veces por semana, por comer
más fruta...
Desde hace unos meses, desde que fuimos más conscientes de a qué nos exponíamos, algo que hacemos en casa, es
utilizar productos naturales para reforzar las defensas. Obviamente estos productos no previenen ni te eximen de contraer una gripe, un catarro o la Covid19, está claro. Lo primero para empezar a cuidarnos es tener una dieta sana, recibir luz solar, movernos, cuidar nuestros pensamientos... Sin embargo, estamos pasando por circunstancias tan atípicas que el apetito de los niños, sus paseos, sus patrones de sueño, sus juegos en el parque, sus relaciones se han visto afectadas en mayor o menor medida...
Cuando se ven sometidos a grandes cambios su estado emocional a veces se refleja en cuestiones más físicas como el apetito: simplemente dejan de comer o comen menos.
Cuando se ven sometidos a grandes cambios su estado emocional a veces se refleja en cuestiones más físicas como el apetito: simplemente dejan de comer o comen menos.
Algunos productos naturales como la quina o el ajenjo pueden ayudarles a
recuperar el apetito, aunque por supuesto, habrá que trabajar en la raíz: la
emoción y las creencias que generan las circunstancias y cómo lo vive su entorno.
Desde hace mucho tiempo yo tomo polen de abeja. Yo aborrezco
el café y hay días que siento que necesito ese aporte de energía. Desde hace
años he encontrado en el polen de abeja esa “solución”. Ya te lo he contado en
alguna ocasión: es fuente de proteínas, hidratos de carbono, esteroles y un
gran aporte de vitaminas, carotenos y minerales como el calcio, el magnesio, el
silico, el manganeso o el hierro. Puedes
encontrar algunos productos naturales específicos para niños con las
proporciones en polen indicadas para ellos. Si te interesa el tema puedes encontrar
más información aquí. Es una web llamada el búho verde, tienen una guía muy completa sobre complementos naturales que fortalecen las defensas de los niños, en la que además encontrarás muchos de los complementos naturales de los que te hablo.
Otro producto de las abejas que me gusta es la Jalea Real
que tiene un “mix de todo” para reforzar defensas, aporta proteínas, hidratos
de carbono, lípidos y muchas vitaminas, minerales y antioxidantes. Como siempre
es importante tener en cuenta las proporciones adecuadas y elegir complementos
infantiles apropiados.
Del mismo modo, también hay complementos naturales de
Omega3, muy importante para el correcto desarrollo cognitivo y neuronal de los
niños, algunas personas defienden sus beneficios en los casos de dislexia o
trastorno por hiperactividad o déficit de atención.
Algunos estudios demuestran que uno de los déficits más
extensos en los niños es la Vitamina D, que se obtiene a través de la
exposición a la luz solar y a través de la alimentación. Durante el
confinamiento además de perder apetito muchos niños han pasado meses sin
recibir los rayos del sol. En mi caso, no tenemos balcón en casa, y aunque
tratábamos de estar cerquita de las ventanas y tener las persianas siempre para
arriba era consciente de “esa falta”. Una de las funciones de la vitamina D es
la de mejorar la adecuada absorción del calcio, por tanto es una cuestión a
tener en cuenta.
Por otro lado, la vitamina C que está de forma natural en
frutas y verduras, alimentos que no son bien aceptados en algunos niños (sobre
todo por los hábitos alimenticios de la familia). Un aporte adecuado de
vitamina C no nos excluye de la posibilidad de un resfriado, por ejemplo, pero
sí puede contribuir a minimizarlo y pasarlo más rápido. La equinácea para niños
es un buen complemento en este sentido, siempre hay que escoger productos
indicados para niños, que contienen las proporciones adecuadas (diferentes a
las que necesita un adulto).
Por supuesto que estos complementos no sustituyen en ningún
caso una dieta equilibrada y variada. Cuidarnos por dentro y por fuera implica
transformar ciertos hábitos diarios. Se trata de aprender a depurarnos por
dentro y por fuera.
Ahora, más que nunca, es importante hacerlo.
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