El otoño se resiste a entrar con sus tardes lluviosas, pero ya mismo lo tenemos aquí, tanto para esas tardes como para los fines de semana invernales que dan mucho de sí quiero daros una idea para las tardes. Los juegos de mesa son una buena opción para que los niños entrenen habilidades y destrezas a través del juego y los momentos de conexión en familia.
El juego de mesa del que os voy a hablar hoy está recomendado para niños a partir de 6 años. Se llama Crazy Food y es de Cayro the games. En casa lo tenemos desde hace poquito y me ha sorprendido para muy bien. Puedes comprarlo aquí.
¿Por qué incluir los juegos de mesa en el día a día con niños?
Porque los padres y madres tenemos demasiada prisa y preocupación por que nuestros hijos adquieran destrezas y habilidades y muchas veces inundamos sus días de extraescolares y actividades de distintos tipos. Muchos juegos de mesa fomentan habilidades que los niños también pueden aprender jugando, como es el caso del juego que te voy a presentar hoy: Crazy Food. Además permiten sentir al niño en conexión con su familia. Un rato de risas y juego en familia es siempre sanador cuando hemos tenido un día complicado en el cole o en el trabajo.
¿Qué beneficios tiene?
El juego entrena la atención consciente, el razonamiento lógico, la memoria y la coordinación oculo-manual y lo más importante de todo en estos juegos: es divertido.
A mí me pasa una cosa que es que cuando me explican cómo se juega a un juego de mesa me cuesta centrar la atención y cuando de verdad empiezo a comprenderlos y disfrutarlos es cuando juego la primera partida. Puede que Crazy food sea un poco complejo de explicar y difícil de entender la forma de juego al leer, pero te aseguro que es súper sencillo y divertido, además le veo un montón de beneficios a nivel de desarrollo de la mente lógica y matemática para los niños. 2 formas de juego, una más sencilla, quizá más apropiada para dos jugadores y otra mucho más emocionante para jugar con más jugadores, porque todos tienen que estar pendientes de quien entra en juego en cada turno.
¿Cómo se juega?
Fácil, se trata de seguir series, por eso el niño tiene que tener un cierto orden mental y capacidad de razonamiento, porque además necesita memoria para saber desde qué lado tiene que seguir la serie.
Hay varias maneras de jugar.
En la primera forma de juego:
Se tira uno de los dados del juego que es el que marca desde que lado hay que seguir la serie. El juego tiene tarjetas con las pistas por una cara y las series por otra. A la señal del dado se dará la vuelta a la tarjeta y el primero que coja la figura que corresponde en la serie, según el lado que ha marcado el dado gana la tarjeta. El primer jugador que llegue a 5 tarjetas gana.
En la segunda forma de juego:
A cada jugador se le va asignar un color. Ahora entrarán en juego dos dados. El primero sigue cumpliendo su función de indicar el lado por el que se sigue la serie y el segundo va a poner la cosa un poco más emocionante y divertida si cabe. Indicará si el jugador al que corresponde el turno de tirada juega contra el reloj de arena (si obtiene su mismo color en la tirada del dado, teniendo que adivinar la figura que corresponde de la serie antes de que la arena baje), contra otro jugador (que vendrá marcado por el color que salga en el dado) o contra todos los jugadores (cuando salgan las caras en blanco en el dado).
¿Por qué es ideal para niños a partir de 6 años?
Porque a partir de esta edad los niños comienzan con un nuevo plano de desarrollo en el que la mente razonadora entra en funcionamiento. Ahora tienen una mayor capacidad de abstracción, muchas ideas lógicas y matemáticas ya están ordenadas en su mente y necesitan nuevos retos y cuestionamientos que les permitan tener una visión más global y abstracta.
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