Hoy quiero mostrarte un descubrimiento. Se trata de un juguete finalista al premio mejor juguete de 2018. ¡Es un juego de mesa y te va a sorprender!
Hace poco os hablaba en el blog de nuestro planes para organizarnos las mañanas de verano en casa. Yo tengo que trabajar, y aunque hacerlo desde casa facilita la conciliación, los niños requieren también presencia emocional, no sólo física y no siempre es fácil compatibilizar ambas cosas.
Hay algo que siempre nos ayuda a conectar y liberar tensiones, a echarnos unas risas... Son los juegos de mesa. De momento con el peque tenemos juegos muy sencillos. Empezamos hace tiempo jugando a la oca, gracias a un tablero que nos llego de the cayro, the games. Sí, lo confieso, no teníamos ni oca ni parchís en casa.
Ya puestos a confesar, también tengo que decir que las primeras partidas, eran unos auténticos melodramas. Cuando el peque perdía había auténticas lagrimas de frustración. Tanto es así, que nos planteamos tirar la oca por la ventana. (;)), pero con el paso del tiempo entendimos que los juegos de mesa eran una auténtica oportunidad para modelar una competencia sana, y enseñar el valor que tiene divertirte y poner pasión a lo que haces por encima de tu posición respecto a los demás.
Llevo con mi marido desde que teníamos quince años... (más de media vida) y cuando eramos unos críos quedábamos para tomar un refresco y jugar a la oca, eso eran competiciones y no la champions. Claro, cuando empezamos a jugar en casa de nuevo a juegos de mesa en familia, teníamos ese -piquecillo- y con el tiempo vimos que no era sano para el peque, al final, todo está en nuestra actitud y en lo que transmitimos.
Aunque a veces le cuesta, sobre todo cuando jugamos con más gente, poco a poco ha ido aprendiendo a disfrutar del juego y no tanto de la victoria, también a alegrarse por los demás en las derrotas.
Sin embargo, nosotros vimos el poder que tenían los juegos, lo rápido que nos ayudaban a deshacer cualquier tensión, a reír, a olvidarte de cualquier problema del día a día... A conectar.
Y nos hemos ido haciendo sobre todo con pequeños juegos de viajes. Como estamos casi todas las semanas en carretera y hoteles con la Ruta Montessori los juegos se han convertido en un pasatiempo genial. Hay mucho del tamaño de una baraja de cartas.
Hoy quiero hablarte de nuestro último descubrimiento. Se trata de un juego que ha sido finalista al premio "mejor juguete 2018".
Es muy sencillito. Te lo explico en unas pocas líneas:
El juego se llama color line. Es de cayro the games. Puedes comprarlo aquí
Cada jugador va a tener un cartón de colores. En el medio se coloca un cilindro que contiene un montón de bolitas de colores y un timbre.
Se sube el cilindro y cuando cae asoma una bolita. Si tienes ese color libre en tu tablero tendrás que darte prisa porque el primero que toque el timbre se lleva la bolita y la encaja en su tablero. El primero que consiga completar su tablero gana.
Se puede jugar así o siguiendo el orden de colores que marque el tablero, tan sencillo como eso.
Sencillote y divertido.
PUNTOS A FAVOR DEL JUEGO:
-Es muy sencillo, solo necesitan velocidad de reacción y atención.
-Pueden jugar de 2 a 4 jugadores.
-No ocupa casi nada, te lo puedes llevar en el bolso en una bolsita de tela facilmente para viajes.
-Las partidas son cortas. Eso para mí es un plus en juegos de mesa con niños.
-El timbre mola un montón
Otros enlaces de juegos de la misma marca son:
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Hola, qué chulo el juego! a mí me encantan los juegos de mesa y siempre me sorprende lo bien que me lo paso con ellos. ¿a partir de que edad crees que se puede jugar al juego?
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