Siento mucha necesidad de hablar del tema "abuelos", porque no hay taller Montessori que hagamos en el que no salga el temita "abuelos". Es algo que a veces nos trae de cabeza, sobre todo cuando trabajamos fuera y tenemos que recurrir a ellos para que cuiden a nuestros hijos.
Esto sí que genera mucha ansiedad, preocupación e incluso angustia en los padres... Ya puestos a sincerarnos confesaré que a mi también me la generaba, sobre todo en un tiempo atrás, cuando el peque era un bebé y mientras yo trabajaba se quedaba con su abuela.
Hoy, que lo veo con perspectiva ya solo pienso, benditas abuelas, que nos han permitido sobrevivir y continuar con nuestros trabajos y con nuestra vida. Los abuelos han asumido un papel social de vital importancia. Y yo me pregunto... ¿Si los abuelos están asumiendo un papel que ya asumieron en su día y que nos correspondería a nosotros no deberían plantearse los que están ahí arriba que algo está fallando en la conciliación laboral que nos tienen planteada? Bueno, yo ahí lo dejo. Ojalá algún día podamos conciliar de verdad, y tengamos la opción de cuidar de verdad de nuestros hijos, si es que así lo deseamos, sin perder nuestra presencia laboral. Los niños NECESITAN a sus padres. Ya hay muchos países que tienen en cuenta las necesidades vitales de los niños. Quizá algún día el nuestro también las tenga en cuenta, quién sabe. Todo puede pasar.
Dicho esto. Os pongo en situación. Yo, que era un madre hippy a ojos de mi madre, quería dar trozos de comida a un bebé de 6 meses. ¡Trozos! ¡TROZOS! Pero si toda la vida de Dios se han dado papillas, y aquí estás tú, bien criada, bien sana y bien todo. ¿Por qué vas a arriesgar la vida de un bebé? Que no hombre que no, este niño con su abuela desde luego no se va ahogar. Si se ahoga, que sea contigo. Ay amiga, llevar la contraria a una abuela en estas condiciones vaticina un mal desenlace. Así que poco puedes hacer, ante un abuela convencida de no querer ahogar a su nieto. Realmente ella se ha ido convenciendo con el paso del tiempo de que es sano, de que disfrutan, de que da gusto verles comer (expresión total de abuelos). Cuando tu estás delante puedes dar tu ejemplo con mucha paciencia, y ellos verán que hay otra forma de hacer las cosas.
Pero al lío, porque hay 5 cosas que sí o sí deberíamos decirle a los abuelos de nuestros hijos:
1. GRACIAS por todo. Se me pone un nudo en la garganta de pensar en la cantidad de veces que yo misma tendría que haber dicho gracias y no lo he hecho. Han asumido un papel de tantos favores y responsabilidades que no son suyas, que en algún momento dejas de valorarlas. Gracias por escucharme, gracias por todos los regalos cargados de ilusión (aunque sean luminosos y de plástico) , gracias por estar ahí cuando nosotros necesitamos una noche de oxígeno para tener vida más allá de nuestra vida como padres, gracias por cuidarles, gracias por cuidarnos, gracias por estar.
2. DISCÚLPAME por haberte exigido lo que no podía exigir, discúlpame por haberme enfadado por dentro cuando me comentabas que había visto 2 capítulos de Bob Esponja, discúlpame por poner caras raras cuando le dabas dulces, discúlpame por cargarte de obligaciones, discúlpame por pensar que si estaba mucho rato contigo mientras yo trabajaba te iba a querer más que a mí, discúlpame por no agradecerte lo suficiente. Discúlpame.
3. DISFRUTAD DE VUESTROS NIETOS. Sois abuelos, no padres, disfrutad y seguid disfrutando de vuestros nietos. Porque ha vuelto a vosotros el brillo en la mirada, porque desde que tenéis nietos sois un poquito más niños que antes y un poquito más jóvenes de espíritu, porque se os ilumina la cara sólo con verles, porque os merecéis ir al parque con las bicicletas, contarles historias que les asombren, y cantar canciones que sólo vosotros conocéis. Porque si con alguien tienen que ver la tele hasta tarde, o darse un atracón de churros, es con los abuelos, porque los abuelos dan magia, dan cordura, dan concesiones especiales que también los niños tienen que tener. Abrazad mucho a vuestros nietos y volad con ellos de nuevo, como cuando eráis niños.
4.HAY COSAS QUE HAN CAMBIADO, CONFIAD EN NOSOTROS. Confiad. Sabemos que hicisteis lo mejor que supisteis con nosotros. Ahora nosotros tenemos ese papel, y lo haremos bien. Dejad que vivamos nuestra ma/paternidad libres de juicios, ataduras o críticas. Lo haremos bien. Hoy sabemos un poco más sobre el desarrollo del ser humano, lactancia, alimentación y quizá un poco menos de otras cosas pero estamos en el camino de la consciencia. Los educaremos, igual que vosotros hicisteis, lo mejor que sepamos. Confiad en nosotros.
5. OS QUEREMOS. Nunca lo olvidéis. Os queremos.
A veces a los talleres presenciales vienen abuelos y abuelas. Y siempre me emociono con ellos, al ver la disposición que tienen para dar los mejor a sus nietos desde el amor más profundo. Y lo que hacen, que no pensarían que harían por ellos. Siempre digo que algún día me encantaría hacer un taller de abuelos y padres. Sería tan bonito y tan emocionante. Hay tantas cosas que poner en su lugar, tanto que agradecer y tanto que perdonar, que muchas veces cuando queremos hacerlo ya no es posible.
Antes de acabar quiero compartiros este post que escribí hace tiempo porque también sé que para muchas madres/padres se les hace muy cuesta arriba educar y criar cuando su entorno cercano no cree en su forma de crianza.
Cuando tu entorno no cree en tu forma de crianza.
Sólo te diré 5 cosas muy breves:
1. Cada uno en su lugar
2. Firme y respetuoso en tus decisiones
3. Quita hierro al asunto.
4. Vive tu propia pa/maternidad
5. Agradece y empatiza.
La conexión abuelos-nietos es tan especial y aporta tanto a ambos que el regalo más bonito que podemos hacerles a nuestros padres y a nuestros hijos es dejar que se disfruten.
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Precioso, Marta!
ResponderEliminarme ha encantado!!
ResponderEliminarDivinoooooo, no me he aguantado y he soltado lágrimas.
ResponderEliminarAdriana es algo hermosisimo y muy real,me ha emocionado hasta lo más profundo de mí ser como abuela ,gracias Sandra
ResponderEliminarOtro post tuyo que me hace soltar lágrimas, gracias Marta, me haces recordar lo que es importante...
ResponderEliminarTal cual, como siempre genial (y mira que me he enfadado y me enfado yo con los abuelos...)
ResponderEliminarY hay casos como el mio, que los abuelos no quieren saber nada de mis hijas. Hacen su vida y yo hago la mia. Como me dijo mi madre, una lastima y tristeza que me da por mis hijas, pero todo no depende de una. Sino sale de ellos, ellos se lo pierden, no me queda de otra. Pero muy bonito el post!
ResponderEliminarMe encanta, precioso
ResponderEliminarLa mayor recompensa de un abuelo es ver cómo viene tu nieta corriendo con una sonrisa a darte un beso y la complicidad que acabas teniendo con ellos
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy bonito, ¿pero que hacer cuando la abuela no tiene mucha ganas de nietos (dice que ella ya ha trabajado mucho) y el abuelo lo disfruta como un niño? Puedo ir menos veces a verlos, pero castigaria a mi señor padre sin ver a sus nietos...
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