Hay 5 cosas muy básicas que no deberíamos hacer delante de los niños. Estoy hablando de cosas habituales que a veces pasamos por alto. Por despiste, por la vorágine de la sociedad adulta o simplemente por una falta de consciencia de las consecuencias en los niños.
1-Llevarnos la contraria
2-Abusar del teléfono móvil
3-Gritar o hablar brusco
4-Hábitos poco saludables
5-Saltarnos los límites que hemos marcado a los niños
La mejor forma de hacernos conscientes es ver algunos ejemplos, cómo repercuten en los niños y pensar qué alternativas podríamos tomar para solucionar estas situaciones.
1- LLevarnos la contraria
Cuando la pareja no está de acuerdo en todo lo que respecta a la forma de educar o de hacer del otro con respecto a los niños puede tornarse complicado gestionar nuestros impulsos para no desautorizarnos, debatir o corregirnos en presencia de los niños.
¿Qué podríamos provocar?
-Inseguridad y falta de confianza en el niño.
-Transmitimos falta de unión.
-Límites poco consistentes que serán traspasados frecuentemente.
-Caprichos.
-Creencias equivocadas en el niño que pueden llevarle a desarrollar patrones de conducta vengativos, luchas de poder...
¿Qué podemos hacer?
-Hablar en pareja sobre los puntos más conflictivos en casa y cómo solucionarnos. Puede ayudar apuntar problema y posibles soluciones.
-Cuando se produzca alguna situación que queramos comentar llamarnos cuando todo pase para hablar en otro lugar en privado: ".........., puedes venir un momento?"
-Comentar al final un poco del día los puntos que se quieran hablar en pareja.
2- Abusar del teléfono móvil
Este es uno de los males que acusa a las familias del siglo XXI. Los niños están creciendo con padres tecnológicamente distraídos. Ya no tienen que competir por la atención de los padres con un hermanito, sino también con una pantalla.
¿Qué podríamos provocar en el niño?
-sentimiento de soledad
-Niños que no tienen cubierta su necesidad de pertenencia.
-Niños que desarrollan malos comportamientos para llamar la atención
-Límites que se traspasan como consecuencia de una falta de la figura de apego cuando es necesaria.
-Niños adictos a las pantallas.
-Niños sedentarios.
¿Qué podemos hacer?
-Marcarnos un tiempo limitado de consulta del móvil al día.
-Establecer tiempo especial con el niño a diario con cuentos, manualidades, cocina... (no hace falta que sean cosas elaboradas).
-Consultar RR.SS cuando el niño esté dormido o concentrado en un trabajo.
-Silenciar el móvil cuando estemos con el niño.
-Evitar en lo posible consultar Redes sociales cuando el niño esté con nosotros.
-Hacer planes semanales en familia; juegos, deportes, cocina, yoga, naturaleza...
3-Gritar o hablar brusco
No me refiero a gritar directamente al niño. Me refiero a gritar en la familia, aunque sea para contar un chiste. Me refiero a criticar a otra persona en presencia de un niño, a hablar con palabras malsonantes en una conversación de adultos que están presenciando los niños, me refiero a hacer bromas violentas, a resolver un problema gritando.
¿Qué podríamos provocar en el niño?
-Niños que piden sus cosas a gritos.
-Niños que gritan y hablan mal a otros niños.
-Niños que dicen palabras malsonantes.
-Niños que contestan de una forma brusca.
-Niños que desarrollan luchas de poder con sus padres.
-Agresivos.
¿Qué podemos hacer?
-Bajar el tono de voz.
-Hacer una hucha en casa y echar una moneda en forma de juego cada vez que alguien diga una palabra que suene mal. Cuando el bote esté lleno podemos hacer un plan divertido en familia.
-Ponernos en el lugar del otro antes de enfadarnos tanto.
-Respirar.
-Hacer reuniones semanales familiares para hablar sobre lo que queramos tratar en familia.
4-Hábitos nada saludables
Sé que esto puede ser cuestionado. A ver si me explico; Es complicado que un niño coma de todo cuando en casa nos alimentamos semanalmente con fritos y en nuestra dieta casi no hay fruta. Si nosotros no comemos sano y variado no podemos exigírselo al niño.
Por otro lado: alcohol y tabaco. Creo que no pasa nada por tomarse una cerveza delante de un niño, siempre que se haga con moderación. Lo que sí que creo que fumar delante de un niño o beber en casa a diario es algo que un niño no debería tomar como normal. Además de lo tremendamente perjudicial que puede resultar el humo del tabaco respirado por el niño. Una imagen afortunadamente cada vez menos habitual hoy día. Si tenemos un estilo de vida saludable es muy probable que el niño lo interiorice y este estilo de vida se encarne en él.
¿Qué podríamos provocar en el niño?
-Hábitos de vida poco saludables.
-Normalizar ciertos hábitos perjudiciales para la salud.
¿Qué podemos hacer?
-Mentalizarnos de la importancia de un estilo de vida más saludable por nuestra propia vida y la de nuestros hijos.
5-Quebrantar normas que en el niño están marcadas de una forma clara.
Consejos vendo que para mí no tengo. Yo puedo decir al niño que por casa no se corre e ir a toda velocidad buscando las llaves para salir cuanto antes de casa. Los límites que se le pongan al niño deberían estar basados en normas de convivencia y respeto que todos tendríamos que cumplir. Piensa bien los límites antes de ponerlos. Si tu mismo no estás dispuesto a cumplirlos no puedes sorprenderte de que el niño tampoco lo haga.
¿Qué podríamos provocar en el niño?
-Inseguridad.
-Niños que no hacen caso.
-Niños que no cumplen los límites
-Falta de confianza en el adulto.
¿Qué podemos hacer?
-Acordar los límites en familia cuando los niños tienen más de 3 años.
-Se pueden apuntar en un folio o pizarra.
-Se pueden ir variando en función de lo que funciona, lo que no funciona, de nuevas situaciones.
-Hacer reuniones semanales familiares.
-Enfocarnos en lo positivo siempre.
Y nosotros...
Nosotros estamos trabajando sobre todos los puntos con pico y pala, con nuestros aciertos y nuestro errores, como todo el mundo. Algunos puntos nos cuestan aún. Por ejemplo; "no llevarnos la contraria". En casa a veces nos llevamos la contraria en cosas tan básicas como "te toca a ti bajar la basura".
Estas Navidades hicimos una pequeña lista con este tipo de situaciones y cómo solucionarlas sin llevarnos la contraria y ¡Funciona! (de momento).
Por ejemplo; en Navidad, que hemos estado lejos de casa, con la familia y amigos, ha sido más complicado gestionar todo esto: Cenas y comidas con personas hablando muy alto, comidas llenas de azúcar. Mi madre tiene incluso un mueble de dulces (que oye, además este mueble sí lo tiene al estilo Montessori: al alcance de los peques.), abuelos que se saltan tus límites, chistes de adultos poco apropiados para niños... Son situaciones complicadas de gestionar porque no estábamos en nuestro ambiente habitual. Todo esto unido al cambio de ciudad y entorno, más la emoción por la Navidad hacían que la energía del peque estuviese desbordada en algunas situaciones.
Ya comprenderéis cómo se me ocurrió escribir este post justo después de Navidad y cómo se nos ha ocurrido iniciar un experimento de comenzar una dieta con 0 azúcar. -> Ya os contaré más sobre este tema. Lo prometo.
En la medida de lo posible tratábamos de buscar ratos de tranquilidad, rutinas por las mañanas, tiempo en la naturaleza, trabajos que hacer en casa...
Y por si esto no os funciona, como a nosotros nos pasaba esos días, siempre nos quedará leer este post:
Consejos para tener más paciencia con los niños
Poco a poco la sociedad se tendrá que ir haciendo consciente del protagonismo que tienen los niños, de sus diferentes necesidades y de lo importante que somos para ellos como motor de aprendizaje. Los niños absorben de su entorno y lo hacen suyo.
"NO existen niños difíciles, sí existen niños con diferentes necesidades y adultos con poca paciencia, poca consciencia, mucho agobio y muchas prisas."
¿Cómo os resulta a vosotros en casa evitar estas 5 cosas delante de los niños?
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Me ha encantado! La frase final es genial! Muchas gracias
ResponderEliminarGracias Anna! Un abrazo grande
EliminarGracias!!!
ResponderEliminarGracias a ti
Eliminares tan básico como complicado... se intenta a diario, y se consigue casi siempre.. ;)
ResponderEliminarY cuando no se consigue, se aprende
EliminarLa frase final es de libro. Vivo fuera d España y hemos pasado la Navidad alli. Tengo una peque de 2 años y ahora esta sobre excitada d todo lo vivido durante las vacaciones! Me identifico plenamente con lo que cuentas
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