¿Cómo y por qué evitar dar órdenes a los niños? Las órdenes no nos gustan. A mí no me gustan y seguro que a ti tampoco. Cuando recibes una orden de alguien sientes que adoptas un papel de inferioridad con respecto a esa persona. Todo lo que viene impuesto tiene la peculiaridad de ser menos apetecible que lo escogemos de forma voluntaria y espontánea.
¡Ojo! Evitar el abuso de órdenes a los niños no significa que estos hagan lo que les dé la gana. Los niños han de tener límites, sin embargo su función es guiar, no reprimir. Para que los límites sean constructivos y no represivos deben ir acompañados de libertad y ambiente preparado. Los límites deben ser los que marcan el respeto a los demás, a su entorno y a las situaciones. No me gustaría que nadie malinterprete el artículo.
¿Por qué creemos que la mejor forma de conseguir la cooperación de los niños es darles órdenes de forma indiscriminada?
Quizá porque es lo más fácil y porque responde al sistema social vertical en el que nos hemos educado. A veces se trata simplemente de que no somos conscientes de que hay otras herramientas. Además muchos padres piensan que deben adoptar un papel de dominio con respecto al niño para que no "se les suba a la chepa". La realidad es que nos encontramos a niños que desarrollan sordera selectiva, niños que no obedecen, niños desganados, niños a los que no les apetece moverse.
5 RAZONES POR LAS QUE LAS ÓRDENES CONSTANTES SON NEGATIVAS
1- Porque impiden al niño pensar por sí mismo: Cuando todo nos viene impuesto de fuera se hace difícil desarrollar un espíritu crítico y razonador
2- Porque supone adquirir un papel de superioridad con respecto al niño.
3-Porque impiden al niño desarrollar la habilidad de tomar decisiones y que aflore la autodisciplina.
4-Porque desarrollamos una predisposición negativa hacia la persona que nos ordena.
5-Porque recibir órdenes continuas supone un esfuerzo continuo ya que el trabajo no ha sido elegido libremente y esto implica fatiga. Al final nos encontramos niños cansados y esto no es natural.
¿CÓMO PUEDO OBTENER COOPERACIÓN DEL NIÑO SI NO LE ORDENO?
Hay muchas herramientas para obtener la cooperación de un niño. Hoy te voy a dar algunas:
1-Conectar. Buscar la conexión con el niño es imprescindible. Mirar sus ojos, buscar su sonrisa, y priorizar la conexión antes que la corrección.
2-Dar alternativas limitadas "¿Quieres vestirte ahora o quieres hacerlo después de desayunar?"
3-Buscar soluciones conjuntas. Si el niño está enfadado lo primero es validar su emoción, mostrar nuestra comprensión ("entiendo que estés enfadado"), darle nuestra perspectiva (los dulces a diario pueden perjudicar nuestra salud) y buscar una solución conjunta ("¿Qué solución se te ocurre? ¿Qué podemos hacer para que esto no vuelva a pasar?")
4-Tratar el tema en frío en una reunión familiar y buscar una solución desde la distancia del problema
5-Dejando libertad al niño para que escoja su trabajo de forma espontánea y pueda hacer las cosas por sí mismo. Puede que te parezca que esto no está relacionado con la posibilidad de obtener cooperación, sin embargo cuando un niño toma decisiones, elige su trabajo y tiene la posibilidad de repetir su personalidad se construye al mismo tiempo.
6-Facilitando un ambiente preparado que le permita al niño ser autónomo
7-Decidiendo lo que yo haré en vez de tratar de modificar lo que el niño hace (Si seguís gritando por ese juguete yo me iré a leer al cuarto de al lado a leer)
8-Actuando ("Me acerco al niño, le miro a los ojos, "Es hora de irnos" mientras le acaricio la espalda. Doy la mano al niño y comienzo a caminar").
9-Haciendo preguntas de curiosidad ¿Qué puedes hacer? ¿Cómo lo puedes arreglar?
¿QUÉ TE GUSTARÍA QUE TE DIJESEN A TI?
"Recoge tus cosas" o "¿Vas a recoger tus cosas sólo o prefieres que te ayude?"
"No interrumpas"o "Si quieres decirme algo puedes hacerlo en un momento cuando termine."
"Deja de dar ya golpes" o "¿Qué crees que puede pasar si das golpes ahí?"
"Vete a tu cuarto" o "¿Te ayudaría a relajarte estar un ratito a solas?"
"Dame la mano" o "¿Quieres darme la mano o agarrarte a mi abrigo?"
"Limpia todo esto" o "¿Quieres que apuntemos esto para hablarlo en la reunión?"
Estos son sólo algunos ejemplos. En realidad si lo piensas abusamos continuamente de las órdenes hacia los niños y ellos se fatigan, se frustran, desarrollan sordera selectiva ante nuestras palabras amenazantes y vacías. Las órdenes no nos gustan, a los niños tampoco. Hay muchas maneras de motivar y alentar a un niño para que coopere. En un momento dado cualquiera de nosotros puede aceptar una orden que viene desde el respeto y la serenidad e incluso razonar que era necesaria. El problema viene cuando se abusa de las órdenes, las amenazas, los chantajes y el niño se convierte en un ser pasivo incapaz de moverse y razonar por sí mismo.
Es sólo cuestión de practicar y reeducar nuestro lenguaje. De cambiar nuestra mirada hacia el niño y comprender que al niño le gusta trabajar y cooperar. Sólo necesita un entorno que se de cuenta de su valía, un entorno que lo integre y satisfaga su necesidad de pertenencia. Respeto, humor, paciencia y mucho amor.
LOS NIÑOS NOS DAN LA OPORTUNIDAD DE CRECER COMO PERSONAS
Cuando empiezas a tomar consciencia de cuántas órdenes das al día a los niños también te haces consciente de que quizá también estás abusando de las órdenes hacia las personas de tu entorno: tu pareja, tu hermano/a, tu compañero de trabajo... La maternidad nos hace crecer y pulir nuestras debilidades para dar nuestra mejor versión.
El otro día hice un ejercicio con una frase inspiradora en mente. Recorrer un corto camino en la naturaleza pisando con consciencia con esta frase en mente. (Si tienes una playa cerca mejor que mejor).
"Pisa dejando la huella que quieres dejar en el mundo. Cada huella, cada paso, marcará tu legado"
¿Cuántas veces al día das órdenes a tus hijos? ¿Qué te han parecido estas alternativas?
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¡hola! me gustan las alternativas que propones, al menos para los primeros intentos... pero en mi experiencia, cuando el nivel de rebeldía está en cotas máximas, una orden es lo que funciona, porque ahí entiende que ha llegado al límite.. y al poquito rato rectifica siempre... pero es cierto que ir desde el principio de forma negativa, no suele resultar
ResponderEliminarMiren la idea es ir sembrando en los primeros años. Sobre todo de 0 a 6. A veces la orden no quedará más remedio pero la idea es crear una relación más sana y respetuosa donde no sean necesarias las ordenes continuas.Hay alternativas pero tienen que ir acompañadas de otros factores de respeto al niño para que funcionen
EliminarEfectivamente, opino como miren. Muy bonita la teoria, yo también procuro aplicarla, pero la mitad de las veces no funciona: ¿quieres darme la mano o agarrarte a mi abrigo? "Quiero cruzar yo sola", ¿vas a recoger sola o prefieres que te ayude? "No me apetece recoger, recoge tú"...
ResponderEliminarQuiero cruzar sola no es una opción y vuelvo a repetir las alternativas.
EliminarA mi me encanta como escribes, los temas que tratas y como propones opciones mucho mas respectuosos con la infància...me sirve muchisimo en mi dia a dia. Pienso que estàs haciendo un trabajo muy bonito para que muchos niños tengan una infancia feliz. GRACIAS
ResponderEliminarGracias Anna! ❤ es una alegría saber que puede inspirar a alguien
EliminarCuánta razón... si nos lo proponemos no cuesta tanto.. y los "resultados" son mucho mejores.. hablándoles desde el respeto.
ResponderEliminarGracias.. no se cuántas veces lo he dicho.. pero me apetece decirlo otra vez:
Este blog es maravilloso!!
Muchas veces me gustaría compartir este mensaje, pero lamentablemente me topo con respuestas como esta: «yo fui educada a la antigua y me fue bien, ahora tenemos a niños y jóvenes respondones»
ResponderEliminarYo procuro hacerlo así aunque no siempre, por las circunstancias, lo hago. Un aspecto clave es que, aunque es más fácil que cooperen, normalmente hay un diálogo o hay que convencer o insistir un poco y has de tener paciencia y tiempo para ello. Pero bueno, al final con la sordenes muchas veces también. También me parece que la orden depende mucho de cómo se dé, tanto en relación al lenguaje y palabras, como al tono. Yo suelo hacerlo pidiendo ayuda o cooperación porque en la familia todos nos ayudamos...
ResponderEliminarEnhorabuena por el artículo y el blog. Intento leerlo siempre que puedo y he aprendido mucho. Gracias por compartir tu saber y experiencia.
ResponderEliminarMe gustaría rebatir una respuesta que ofreces en el artículo: "(Si seguís gritando por ese juguete yo me iré a leer al cuarto de al lado a leer)" Desde mi punto de vista, pese a ser una acción y decisión propia e individual, se trata de un chantaje, buscando el cambio de actitud del otro de forma no respetada, ignorando de algún modo el suceso. En nuestro centro (escuela libre 0-6) diríamos "no os dejo que griteis debéis respetaros, gritando no parece que estéis solucionando el problema. Si queréis, estoy aquí para acompañaros y ayudaros a buscar una solución, pero recordad que los gritos son una falta de respeto, no os lo permito" Límites claros y sencillos, con la base en el respeto, sin chantajes ni amenazas.
Espero tu respuesta, ya que me gustaría saber tu opinión sobre esta opción. :-) Gracias!
Hola. Estoy totalmente de acuerdo con lo que propones en el artículo. Particularmente lo práctico en su mayoría de las veces y me doy cuenta de que funciona realmente. Aunque es un trabajo arduo sostener los resultados, puesto que mi hija (4) me hace planteo serios y casi filosóficos ante cada opción que le brindo. Luego, nos la pasamos dialogando y se hace muy tarde para recoger los juguetes :)
ResponderEliminarHola, aunque no tengo hijos, tengo una clase con 15 niños y niñas y tus orientaciones me parecen geniales, gracias por compartirlas y ayudarnos.
ResponderEliminarMi situación es complicada porque yo me preocupo por como llevar bien mi día a día con mis hijos y me encanta q sean libres nunca los grito y ellos están bien pero el padre es todo lo contrario les grita y ordena fuertemente 🙄
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