Hoy quiero darte mis razones para moverme con mi niño en bici por la ciudad. Además te cuento cómo lo hacemos.
Semanalmente procuramos salir a las afueras de la ciudad a respirar un poco de aire puro, desconectar y reconectar. Uno de los complementos que nunca nos falta en nuestras salidas a la naturaleza es la bicicleta. (Antes era la moto, pero el peque ha ido evolucionando. ¡Ahora la bici sin pedales es la estrella!). LLevaba unos meses con muchas ganas de subirme a la bici. Te aseguro que un niño de tres años con una bici sin pedales va mucho más rápido de lo que dan de sí las piernas y la baja forma de su madre ;).