La más difícil decisión: DESTETAR A UN BEBÉ DE ALTA DEMANDA

El lunes pasado publiqué un post que me vino fenomenal.  ALTA DEMANDA Y DESTETE ¿DÓNDE ESTÁ EL EQUILIBRIO? (Puedes leerlo aquí) . 

A veces, llevamos algo metido dentro, y cuando lo soltamos, parece que es el empujón que nos hacía falta para levantar la cabeza ¿Núnca te ha pasado? Al escribir el post tuve esa sensación.

Como cuando estas buceando casi sin aire ya y de pronto sacas la cabeza y respiras profundamente, como núnca lo habías hecho…

No sólo me han servido todos los comentarios, por los que doy infinitas gracias, si no, escribir y expresar en voz alta y sin miedo lo que estaba pasando.

Prometí que contaría la decisión que tomase. Me cuesta bastante, por eso, no lo he comentado hasta ahora, de alguna manera, tenía que estar preparada.

 

Hemos iniciado un proceso de destete.

Llevo cinco minutos pensando como seguir el post, por mi mente pasan cientos de justificaciones, pero ¿Sabes que? Creo que no son necesarias, simplemente diré que he tomado la decisión que creo mejor para mi hijo y para mi familia.

Sí, puede que suene demasiado trascendental, pero es que, para mí, lo es.

Es duro pasar página y dejar atrás la lactancia. Ha sido, y es, taaan gratificante. Ver a mi niño tranquilito, mientras me acaricia el pelo, y se le caen los ojitos de puro relax no tiene comparación con ningún otro vínculo que pueda conseguir con él. Muchas veces le miro, le veo tan a gusto que se me saltan las lagrimas de felicidad, de pensar lo rápido que crece…

 

Creo que la lactancia es para el bebé lo que el cordón umbilical pare el feto.

Es alimento, es hidratación... sí, pero principalmente es amor, es seguridad, es consuelo, es vínculo, es calor...

Con esto quiero decir que soy PRO LACTANCIA TOTALMENTE, esto no es un canto al destete, ni mucho menos, es mi experiencia personal, contada como la siento.

Ojalá las circunstancias me hubiesen permitido seguir más tiempo sin perder el equilibrio, ojalá.  

La lactancia no es fácil, pero las cosas más maravillosas de esta vida núnca lo son.

De momento seguimos con una toma durante el día y otra durante la noche, o ninguna, según como se presente la noche, si una noche hubiese que dar alguna toma más, por una circunstancia X, támpoco se la negaría.

¿Cómo lo he hecho? Como he creído menos traumático para el bebé y para nosotros.

Al peque le he dicho que la teta está malita y que ha cambiado su sabor. He utilizado un truco de los de las abuelas (no me lapidéis por ello). Lo que estoy haciendo es untar el pecho con pimentón, (sí, se que suena primitivo, pero ha funcionado).  De este modo el niño se acerca ve la teta rojita, le ofrezco que la pruebe, pero no le gusta y se queda tranquilo, sin berrinches, ni rabietas… Pocas veces la quiere ya probar.

Percibo que no siente rechazo por mi parte (que era mi mayor temor), y que lo está asimilando como una circunstancia de fuerza mayor, algunas veces llorisquea y dice “la teta, la teta”… A mi se me parte el alma, pero desde que hemos llevado a cabo el proceso el peque juega más con papá, utiliza los ratos de tomar para estar con él. Todavía se aferra a ella por las noches, la toquetea, a veces simplemente deja su mano encima para sentir que está ahí, lo cual le permito, poco a poco… 

(Por supuesto, no hemos dejado de colechar)

He de decir que lo estamos llevando mejor de lo que creíamos.

A cambio de esto, estoy intentando dar mucho más de mi tiempo y muchos más mimos al peque (es díficil dar más mimos porque yo soy una pesada, pero, aún así, recibe todavía máaaas besos y abrazos), en esos momentos en los que se acuerda de la teta y la pide, y ve lo que ocurre, trato de ofrecerle otras alternativas de cariños, de juegos, de picoteos... Y así llevamos ya una semana. 

En cuanto a las mamás que se plantean destetar para descansar mejor, (qué es algo que siempre me pregunté) de momento (como mamá de un bebé tremendamente trasnochador y de alta demanda) tengo que decir que se sigue despertando igual, la diferencia es, que ahora, se calma con besos, caricias y abrazos... (De todas formas, cuando pasen ya unos días, o semanas, escribiré un post para contaros impresiones, y la evolución del proceso)

De momento, no tengo prisa por forzar la marcha del proceso, he querido dejar al peque una pequeña dosis de tetita para que no sea algo tan brusco. Mi cuerpo (y mi mente) tienen que acostumbrarse (que aun no lo están) (Tengo que aclarar, por si acaso, que en la toma que hace, obviamente, el pecho está limpito).

Quizá no sea la mejor forma, quizá haya otras fórmulas mejores… pero creo que era la única forma posible para nosotros, con nuestras circunstancias. No podíamos seguir así, y desde luego, no me veía preparada para ver al niño desolado y desesperado por no poder tomar su pechete.  

Siento que el cambio ha sido para mejor. 

El niño está contento. Ya hay ratos en los que SIEMPRE pedía teta, que no pide, como, por ejemplo, a la hora de la comida, (siempre tenía que comer con él en la teta y hoy, de manera casi mágica,  hasta las 4 de la tarde no se acordó.)

Hemos inundado la casa de besos y abrazos (mucho más de lo habitual), estoy pendiente de cada una de sus reacciones y tiene triple ración de juegos todos los días.

Ha sido una decisión muy dolorosa, meditada, costosa y difícil de tomar. Pero he seguido mi instinto como madre, podrá parecer mejor o peor, pero es mi decisión, con mis circunstancias.

Gracias por todo vuestro apoyo, gracias por cada palabra de ánimo 

ANÍMO A TODAS LAS MAMÁS A SEGUIR CON LA LACTANCIA TODO EL TIEMPO QUE SEA POSIBLE PORQUE ES LO MÁS MARAVILLOSO QUE HE TENIDO LA SUERTE DE EXPERIMENTAR 

( Al fin y al cabo se ha pasado taaan rápido, pero siento que he disfrutado de ella todo lo que daba de sí mi cuerpo y mi mente...).

Os dejo con una reflexión que compartí la semana pasada en mi  perfil de facebook;

Si tienes decisiones importantes que tomar, toma la que te haga FELIZ, y no la que te haga estar cómodo

¿Crees que es más complicado conseguir el equilibrio en la lactancia prolongada con un bebé de alta demanda? 

Si te ha gustado el post COMPÁRTELO, es la mejor manera de expresarlo